Desde Zaragoza
Nosotros llegamos desde Zaragoza, con nuestra niña Maria de 2 años. Era una tarde muy desapacible, fresquita y con mucho viento. Al ver la casa piensas esta bien, esta completamente reformada, el sitio es precioso..pero es realmente cuando entras cuando saboreas el calor de la acogida. En nuestro caso fue a cargo de Jose, ya que Elena no pudo acudir, pero creo que él recordará aquella noche, porque para nuestra hija fue como reencontrarse con su "tío Jose" y no le dejo ni un solo segundo libre.